El pasado 5 de abril se publicó en
El Sol de Morelia, un periódico de
Organización Editorial Mexicana (OEM), una nota firmada por Salvador Alcalá. El título era tajante e irremediable: "Se cumplen profecías mayas sobre calentamiento global"; obviamente, haciendo referencia a uno de los temas en boga y con mayor numero de promotores en la historia de las pseudociencias: el 2012 y las profecías mayas.
Salvador hace un escueto recuento de algo que todo el mundo ya conoce: el
calentamiento global y su posible correlación con la contaminación (aunque él afirma categórico que uno es consecuencia de lo otro), grandes masas de hielo derritiéndose, aumento de nivel en los océanos y, por otro lado, las buenas acciones y "pensamientos positivos" que debemos tener para corregir estos problemas. Lo sorprendente e increíble, es que —en palabras de Salvador y otros muchos "enterados"— los mayas ya sabían que todo esto iba a ocurrir (fuimos estúpidos, jamás los escuchamos).
El articulo —lamentablemente— es un montón de datos
a posteriori, frases vacías, términos científicos nulamente entendidos y operaciones aritméticas —de nivel de cuarto de primaria— mal hechas. La cereza del pastel, es que casi todo el artículo está disponible en internet, en páginas promotoras de los mitos estos. Pienso que es poco probable que una gran cantidad de paginas en internet, con orígenes distintos pero objetivos comunes, se hayan volcado apresuradamente a copiar la "nova" nota. Lo más probable es que ocurrió al revés, estamos ante piratería pseudocientífica, desde luego nada nuevo.
La edición del periódico se limita a la región del estado de Michoacán ¿entonces porqué tanto escandalo? Michoacán tiene uno de los grados más altos de analfabetismo en México con un 12.5%, cuatro puntos más que el promedio nacional de 8.4% (INEGI, 2005). El nivel escolar promedio es de apenas sexto de primaria y los niveles de pobreza son realmente alarmantes. Sin duda, la pobreza económica, más un bajo perfil escolar, son una de las "bombas de tiempo sociales" más importantes que los gobiernos, en los tres niveles, deben resolver.
La falta de educación claramente no es un problema que los medios tengan que resolver; sin embargo, cuando un periódico de circulación estatal lleva notas como ésta, sin confirmar fuentes, originalidad y ya no digamos un análisis serio, objetivo y escéptico, notablemente contribuye en crear desinformación, infundir miedo y apoyar
pensamientos pseudocientíficos al por mayor. Pobreza económica, mas pobreza educativa, mas pobreza escéptica es equivalente a una falta total de libertad en todos los sentidos.
Este tema —de las profecías mayas y el 2012— podría desatar eventos lamentables como los ocurridos en Estados Unidos en 1997, cuando el cometa "Hale-Bopp" se aproximó a la Tierra. En esa ocasión, en un arrebato de locura, un grupo de "muy religiosas personas" decidió llegar a una supuesta nave extraterrestre situada detrás del cometa.
El resultado: suicidio colectivo de 39 personas producto de creencias religiosas de la nueva era y pseudociencias.
Aquí en México, el año pasado, el "profeta
Josmar" armado con latas de aluminio, irrumpió en la cabina de un Boing 737 de Aeroméxico y ruta Cancún-México, con la "iluminada idea" de advertirnos sobre "próximos eventos apocalípticos, a ocurrir sólo unas semanas después". Desde luego, el tipo fue sometido,
enjuiciado por sabotaje, ataque a las vías generales de comunicación y secuestro. El Armagedón, brilló por su ausencia —aunque en entrevista posterior
afirmó que "Dios le había revelado también, entre otras cosas, las muertes Celia Cruz y Michael Jackson".
En todo esto el mensaje es claro: vivimos en una sociedad llena de miedos irreales, rodeada de pseudociencia y con niveles de escepticismo por debajo del mínimo requerido para considerarnos libre-pensantes. La falta de espacios para divulgar ciencia, junto con el amarillismo mediático y casi sin inteligencia, se están convirtiendo en caldo de cultivo para que seres funestos como
Jaime Maussan, TV-Astrólogas, cazafantasmas y pastores de la nueva era se desarrollen alegremente.
Y el colmo: ahora los corresponsales de algunos medios se dedican a piratearse las alocadas notas sobre los mayas y el 2012.